Scroll Top

Democracia y feminismo en el Chile de hoy

DSC02867

Corporación Humanas en conjunto con la plataforma Nada Sin Nosotras y el apoyo de la Fundación Friedrich-Ebert-Stiftung (FES) realizaron el conversatorio “Democracia y Feminismo” que contó con la exposición de Pierina Ferretti, directora ejecutiva de Nodo XXI y más de 40 invitadas presenciales y otras 30 en modalidad virtual.

En sus palabras iniciales Cäcilie Schildbergl, representante de FES en Chile, comentó que una de las mayores preocupaciones en estos tiempos son los crecientes ataques antidemocráticos y antifeministas de los movimientos y partidos conservadores, ultraderechistas y populistas en todo el mundo.

Los avances logrados en la lucha por la igualdad y la justicia de género no pueden darse por sentados y deben defenderse constantemente. “Nos parece tan clave generar espacios de conversación con una amplia diversidad de actoras con el objetivo de intercambiar ideas y prácticas de cómo enfrentar estos desafíos que surgen de la coyuntura nacional, regional y global”, subrayó Schildbergl.

En tanto, Camila Maturana, directora de Corporación Humanas indicó que a través de la plataforma Nada Sin Nosotras han querido promover la reflexión sobre la democracia, los derechos humanos y los derechos de las mujeres con el fin de participar y tener voz en el debate público.

Advirtió que, en un contexto preocupante en la región, son numerosos los riesgos de debilitamiento de las instituciones democráticas y, en efecto, para la protección de los derechos de todas las personas y otros colectivos como las diversidades sexo genéricas, las personas migrantes, las mujeres indígenas y afrodescendientes, las infancias, las personas con discapacidad y las privadas de libertad.

En su exposición Pierina Ferretti, directora ejecutiva de Nodo XXI, planteo que se debe pensar a la extrema derecha como dos cosas interconectadas, pero también diferenciables. Una es un sector político que, en Chile, son el Partido Republicano y el Partido Social Cristiano con un cierto ideario conservador en lo valórico y muy liberal en lo económico. Pero también señala que hay una extrema derecha que tiene una dimensión afectiva, que va más allá de los partidos políticos, que son los sentimientos de odio al más débil, al migrante, a quienes son diferentes, a quienes piensan distintos, a quienes sienten como amenazas (…).

Ferretti explica que es una afectividad que se mezcla con el temor, con el deseo de venganza, un instinto de sobrevivencia que se encuentra muy presente en nuestra actualidad y en personas que quizá no votan por la ultraderecha, pero que los predispone a ser sensibles a ciertos discursos que levanta este sector político y social.

La pregunta que plantea la directora ejecutiva de Nodo XXI es ¿por qué crece la ultraderecha y en qué se diferencia a otras olas reaccionarias en el mundo? La extrema derecha actual surge de una crisis de legitimidad del neoliberalismo que no ha tenido una salida desde la izquierda o que sus intentos de salida han fracasado y, por lo tanto, se transforma en una crisis de futuro para las personas, de sus expectativas de vida y en una convicción de que no vivirás mejor que tus padres o que se si eres de sectores populares es muy difícil que salgas adelante. Este malestar lo capitaliza la extrema derecha y, por lo tanto, la izquierda o centro izquierda no puede conducir ese malestar para transformar el sistema.

Sobre el fenómeno Kast y su significativa votación en las elecciones presidenciales, Pierina Ferretti señala que el representante del Partido Republicano nos habla del deseo de orden y seguridad que es lo que a la gente común y corriente le interesa y, de la cual, se aleja la izquierda o centro izquierda. También Kast habla de la familia tradicional, de un orden heteropatriarcal, de libertad de elección y de libertad de mercado.

En ese contexto, Ferretti plantea una nueva pregunta, ¿qué hacer? Un feminismo que quiera avanzar en responder este escenario debe atender tres cosas: el trabajo y sus condiciones, el problema de los cuidados y el problema del tiempo y la libertad. Para todo esto la extrema derecha tiene una respuesta y un discurso, entonces la tarea es buscar cuál es la respuesta feminista para todos estos problemas.

En estos momentos de un presente tan desafiante muchas veces tener una mirada histórica permite pensar en el futuro. Para Virginia Guzmán, subdirectora del Centro de Estudios de la Mujer (CEM) una parte importante del diagnóstico expuesto por Pierina Ferretti ha sido la separación de los movimientos de izquierda de otros grupos sociales. Lo que tenemos que comprender y mirar con especial atención es la profunda fragmentación de la sociedad. No todos los sectores populares son iguales y que está muy cerca del proceso de individualización neoliberal, señala la sicóloga.

En su relatoría Virginia Guzmán se pregunta cuál ha sido el efecto de “nuestros discursos” en otras personas, así como también pensar quienes son los demás. Hay distintas maneras de interpretar, sentir y desear la realidad, que no se reduce a la ultra derecha, extrema derecha y al feminismo. Hay un campo para pensar en la deliberación de la opinión pública. “No renunciar a ser mayorías”, es decir, no retroceder en los ideales sino más bien como se plantean porque es sabido que la derecha siempre va a estar en contra. Más bien es como diseñar esos ideales que no signifiquen que “no seamos mayoría”., concluye la subdirectora de CEM.

Santiago, 30 de julio de 2024.-