
En una nueva edición del Panel Feminista estuvimos con la politologa uruguaya-brasilera con magister en Género y Politicas de Igualdad, Izabel Belloc. Durante el programa presentado por Corporación Humanas, se conversó sobre el ambiente en las elecciones de Brasil por Lula da Silva y Jair Bolsonaro, y la participación de las mujeres y disidencias sexogenéricas.
Los resultados de la primera vuelta presidencial en Brasil apuntaron una estrecha ventaja para Lula da Silva (48,4%) por sobre Jair Bolsonaro (43,2%). En una de las elecciones más importantes y polarizadas del país, la politóloga uruguaya-brasilera con magíster en Género y Políticas de Igualdad, Izabel Belloc, nos explicó que es una «elección histórica» porque estas dos fuerzas políticas (Lula y Bolsonaro) han estado «disputando la escena política, no solo en esta campaña, sino desde mucho antes, por lo menos desde el 2016».
Es histórica además, desde la perspectiva de la experta, por todo lo ocurrido con Lula da Silva, el caso Lava Jato y los 500 días en que estuvo preso. Así como también, por la expresión de los votos pues «nunca, desde el periodo democrático, un candidato que estaba en el Gobierno -la maquina pública en mano haciendo la campaña- quedó en segundo lugar», dijo la politóloga, Izabel Belloc.
En una campaña en la cual las fake news han dominado el panorama político y en donde las discusiones entre candidatos se han disputado muchos valores, el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil tuvo que «tomar medidas», señaló la experta, por la tensión de estas elecciones. Según el medio, El Mostrador, el TSE dio una indicación de suspender el porte de armas «por parte de los ciudadanos» en un radio de cien metros en torno a los locales de votación con el fin de «prevenir enfrentamientos armados derivados de la violencia política».
La agenda de las mujeres fue predominante en la primera vuelta. Es más, «las encuestas señalaban que las disidencias , mujeres, población negra y pobre tendría preferencia por Lula», indicó la politóloga, Izabel Belloc. Sin embargo, no se acertó a los resultados que eran 50% para Lula y 34% para Bolsonaro. El análisis sobre esto aún es impreciso, pero en la segunda vuelta «el voto de las mujeres va a definir mucho», aseguró la experta.
Durante la primera vuelta la agenda de las mujeres fue un tema que tomó la escena política en las discusiones y pronunciamientos de los candidatos. Es por eso, que en la segunda vuelta este panorama puede volver a repetirse. Las encuestas aún apuntan a que las mujeres tienen una preferencia por Lula, no obstante, todo va a depender de las discusiones que se aproximen.
Un hecho histórico en Brasil es la victoria de Erika Hilton, la primera mujer trans y afrodescendiente que ingresa a la cámara federal. «Mujeres, afrodescendientes, indígenas, personas trans, están subrepresentadas y tienen niveles muy bajos de representación», dijo la politóloga. Inclusive, en Brasil no existe ninguna política pública, cuota u acción que impulse estas candidaturas.
En un Congreso Nacional de hombres blancos y heteronormativos, la elección de Erika Hilton representa «romper una barrera porque significa una victoria tremenda para la diversidad», señaló la politóloga, sin embargo, existe una preocupación por la violencia que está recibiendo: «amenazas de muerte y son muy fuertes y peligrosas. Ella incluso anda con guardaespaldas de la policía federal, y no es solo esta elección, sino desde antes».
En la actualidad, Brasil tiene una ley de cuotas de un 30%, no obstante, solo es para candidaturas, no escaños. «El 2018 aumento la representación de las mujeres a un 18% (antes era un 15%), es una conquista de un 3%, pero estamos muy lejos», mencionó la politóloga. En esa misma línea, las poblaciones indígenas, afrodescendientes y la diversidad también está subrepresentada y no cuenta con ninguna garantía pública para lograr la equidad.
La democracia paritaria y la paridad es un tema que está en la palestra, no sólo en Brasil, sino en América Latina. «La mitad de la población en América Latina es de mujeres», indicó la politóloga Izabel Belloc., El espacio político es desde hace muchos años por y para hombres blancos y cisnormativos, agregó. Por tanto, «se debe pensar en dónde y cómo queremos estar en la democracia. En nuestros derechos y obligaciones. Y me parece que es un punto de reflexión para toda América Latina«, concluyó.