En el último tiempo se le ha puesto especial énfasis al reconocimiento, redistribución y remuneración de los trabajos de cuidado, luego de que se incluyera en la propuesta constitucional y que sea uno de los ejes del programa de gobierno de Gabriel Boric.
“Los trabajos de cuidado han existido durante toda la historia, nada habría podido surgir en el mundo sin alguien que cuidara o alimentara“, reflexiona Rosario Olivares. En esta lógica, la Municipalidad de Santiago lanzó su Sistema Barrial de Cuidados, que comprende una unificación de distintos programas de apoyo y nuevas iniciativas innovadoras en nuestro país.
Uno de los ejes de este sistema es que el cuidado no puede existir sin autocuidado. Por esto, implementaron una Brigada de Cuidados, donde distintas personas se certifican como cuidadoras y, cuando una persona que cuida necesita salir de su casa por alguna razón, se dirigen a este hogar para suplir esa labor. Esto no solo ayuda a quienes cuidan, sino que “las mujeres que trabajan media jornada con nosotros tienen un sueldo por labores que generalmente no son pagadas (…) Generamos economía para que estas mujeres puedan ser autónomas”, explica Rosario.
También se levantará la Casa Igualdad, un ex asilo de 8 mil metros cuadrados ubicado en Matta Sur que se reacondicionará para convertirse en un edificio de cuidados. El lugar, que esperan inaugurar a fin de año, tendrá “terapias psicológicas y también complementarias, autocuidado, masajes, reiki (…) También contará con un espacio para dejar a niños/as o personas mayores, para que otras personas se hagan cargo y las y los cuidadores puedan hacerse un cariño o hacerse cargo de sí mismos“.
Para la filósofa Rosario Olivares el cuidado tiene que ver con las políticas de la interdependencia, es decir, entender que como seres humanos necesitamos los unos de los otros para sobrevivir. Además, el cuidado se debe ver desde una visión cada vez más amplia. El cuidado, “es un trabajo colectivo, es crear comunidad. El cuidado no tiene que ver solo con personas dependientes y a niñas/os, es cuidar al planeta, la sociedad y la democracia“, dice Olivares.
Además de entender el cuidado como algo colectivo, es también necesario erradicar la idea de que es una labor que le corresponde exclusivamente a las mujeres, algo que incluso es difícil de hacer entender a mujeres mayores. Rosario Olivares señala que al dedicarse a cuidar, las mujeres no solo pierden la posibilidad de tener una buena pensión a futuro, sino que “también pierden la autonomía de generar un proyecto de vida, porque su proyecto se transforma solo en cuidar”.
Es por lo anterior que desde la Municipalidad también han implementado talleres donde mujeres comparten sus experiencias y entienden que “el trabajo de cuidado no es algo que les toque por naturaleza y que no es obligación, entonces no es solo darles este respiro del cuidado sino también permitir que tomen decisiones autónomas”. Desde la Municipalidad esperan que esta iniciativa pueda replicarse en distintas comunas del país, a la par con el Sistema Nacional de Cuidados.
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