Hace algunos días, en el debate del Pleno de la Convención Constitucional, faltaron 4 votos para que se aprobará en el borrador de la Constitución la norma de paridad en el sistema político. De este modo, la propuesta tiene que ser modificada y volver nuevamente al pleno para su última oportunidad de ser aceptada. En Super Ciudadanos, presentado por Corporación Humanas en Súbela, Mariela infante, directora de Corporación humanas, nos recuerda la importancia de conseguir esta paridad para tener una democracia verdaderamente plena.
La democracia paritaria es “un concepto, una forma distinta de entender la democracia” explica Mariela Infante. Surge primero de un diagnóstico: “la democracia es insuficiente, incompleta para nosotras, las mujeres”. En conversación con Rayén Araya, precisa que si bien no existen leyes específicas que nos prohíben estar en espacios de poder, ya sean públicos o privados, de manera factual somos una minoría. “Algo ocurre cuando se trata del poder, las mujeres desaparecen”.
“Una democracia en lo que falta la representación de una parte de la población no es una democracia real” “Tenemos que generar una transformación profunda en cómo se organiza el poder y también como se organiza toda la sociedad” añade la socióloga.
Así, la clave de este cambio se centra en generar una transformación cultural. Para las mujeres, lo tradicional ha sido lo privado, la familia, cuando trabajaban al exterior es un trabajo que se supone es suplementario. Hace 70 años que las chilenas tienen el derecho a voto, pero no ha sido suficiente para que seamos ciudadanas plenas, es decir, lo solamente votar sino ser representante y ocupar los espacios de toma de decisión. Lo anterior se puede explicar por medio de la carrera de obstáculos presentes en el camino de las mujeres que buscan insertarse en el mundo político. Y aunque hay candidatas mujeres, no todas se terminan presentándose a las elecciones.
Tenemos que realizar un cambio de paradigma muy ambicioso que también tome en cuenta lo privado: el cuidado, las tareas domésticas, las empresas (…) para que las mujeres puedan dedicarse a las tareas de representación, de lideres de empresas (…) sin dejar de lado un proyecto personal y familiar. Para esto lo hombres también tienen que responsabilizarse de lo familiar.
Eso no va a ocurrir de manera autónoma. “Los cambios culturales no se dan solo” enfatiza Mariela Infante. El Estado debe requilibrar estas desigualdades, es un asunto de justicia. “La Constitución es la base del nuevo edificio que queremos construir como sociedad” y tiene que reconocer una democracia paritaria. Si se aprueba esta propuesta tenemos que formular nuevas leyes, implementar nuevas políticas de acciones afirmativas, sancionar los partidos políticos que no aplican estas nuevas reglas (…) “Chile está super atrasado en materias de participación de mujeres en espacios de poder comparado con el resto de Latinoamérica.” nos dice Infante. La paridad permitirá reemplazar y, sobre todo, superar las cuotas -que son algo temporal- para avanzar en un real cambio cultural.
Es imperativo tener más mujeres en los espacios de poder (…). “Tenemos que romper con este esencialismo” nos dice Mariela Infante. Necesitamos esto porque “permite agregar otras experiencias de vida, y eso es muy relevante, cambian los espacios de decisión”. El objetivo es obtener una pluralidad de voces: mujeres, mayores, jóvenes, indígenas, con discapacidades, entre otras. “Creo que, si las mujeres cambian la política, le dan diversidad al espacio y generan otras perspectivas” explica la directora de Corporación Humanas. Permitir un acceso igualitario de las mujeres a los espacios de poder, o en la dirección de empresas, es un instrumento entre otros (iniciativas populares de norma…) para obtener más representación. Eso es un cambio necesario en una democracia en debilitamiento donde cada vez votan menos gente. En efecto, más que una cuestión feminista, “es una cuestión transversal y los convencionales deben tomarlo en serio” explica Mariela.
Al mismo tiempo, es muy frecuente encontrar mitos en torno a la idea de paridad. Uno de ellos es que, a causa de esta obligación de incorporar mujeres, van a llegar mujeres sin capacidades, que no tienen lo que requiere el cargo. Eso es estadísticamente falso. En promedio, en Chile, las mujeres tienen más años de estudio que sus pares masculinos. La Convención Constitucional nos ha demostrado que existen muchísimas mujeres con capacidad de liderazgo y fuerza de proposición. Además, añade Mariela sonriente “hay mujeres con muchas capacidades, hay con menos, como llegan hombre con menos capacitados en los espacios de poder también”. Otro mito acerca de la paridad supone que se van a despedir a muchos hombres. De verdad, la implementación, de la constitución será gradual, vamos a tener primero artículos transitorios y luego necesitaremos escribir leyes especifica.
El inicio de todo esto proceso constituyente partió en la calle y es necesario que no se olviden estos orígenes. Tenemos que recordar que “el movimiento feminista en toda su diversidad ha sido un sujeto político clave para lograr esta ventana de oportunidad que es el proceso constitucional”. Por esto, no hay que olvidar que el proceso de redacción de la nueva Constitución viene de las movilizaciones masivas en la calle, y que los ciudadanos y las ciudadanas quieren ver transformaciones reales.
“Se trata de cambios necesarios” concluye Mariela.
Escuchar el podcast: https://superciudadanos.subela.cl/episodes/paridad-en-riesgo-s1!008cf
Mas informaciones sobre la necesidad de paridad: https://www.humanas.cl/nueva-constitucion-y-el-avance-en-paridad/
*Artículo preparado por Nina Steward, pasante de Corporación Humanas