Los meses que han sucedido al 18 de octubre se caracterizan por el esfuerzo sistemático de una parte significativa de la ciudadanía para afianzar, mantener y ampliar la protesta y los espacios de deliberación sobre la crisis actual. A lo largo del país, en distintos territorios, impulsado por distintas organizaciones académicas y sociales o en forma de personas autoconvocadas, se sigue promoviendo la asociatividad. En encuentros simultáneos las personas expresan sus opiniones y los sentimientos que les suscita la crisis actual, comparten las experiencias vividas, muchas dolorosas, las que, al hacerse colectivas, se transforman en convicción de la necesidad de cambios.