
El encuentro que reunió a mujeres y disidencias fue convocado por más de treinta organizaciones feministas, bajo la consigna de “Nuestra historia es resistencia y rebeldía”. Tres fueron los ejes principales de la convocatoria, el primero de ellos, estuvo enfocado en la memoria, en un 8M que a 50 años del golpe de Estado recuerda que siguen estando presentes deudas históricas y vestigios de lo que fue la dictadura cívico militar.
La precariedad de la vida también fue otro tema central de este 8M, destacando cómo las mujeres y disidencias, mediante la resistencia y la acción individual y colectiva, históricamente han luchado por alcanzar mayor dignidad y el respeto de sus derechos.
Otro de los ejes se enfocó en la resistencia a ser excluidas del nuevo proceso constitucional, y la insistencia de que las demandas de la agenda feminista sean parte de este momento histórico.
Las manifestaciones en las distintas regiones de Chile estuvieron repletas de colores y diversidad, conmemorando a las mujeres que han luchado y a las que lo hacen actualmente, contra las distintas adversidades que impone el patriarcado.
Camila Maturana Kesten, directora de Corporación Humanas, reflexiona en torno a esta fecha: “como es tradición entre las organizaciones de mujeres y feministas, participamos activamente durante todo el año, trabajando de manera colectiva por los derechos de la mujer”. Y resalta la importancia que tiene este día como un hito para realizar un balance entre avances, retrocesos y revisar las demandas vigentes de la agenda feminista para este 2023.
Entre las temáticas más reclamadas por las asistentes a la marcha estuvieron la brecha salarial, el aborto libre, el reconocimiento del trabajo de cuidados, una vida libre de violencia, entre otras exigencias que a lo largo de los años han tomado fuerza y visibilidad. Las participantes reconocieron que se han logrado avances en los últimos años, pero aún hay muchas deudas pendientes y estas se vieron reflejadas en cada una de las y les asistentes a esta masiva marcha.
La intergeneracionalidad es otro punto a resaltar, ya que la marcha visibilizó que esta es una lucha que releva demandas históricas del movimiento feminista y de mujeres en Chile. Esta convocatoria se desarrolló dentro de un espacio de respeto y ante todo de reflexión por las asistentes que se podía apreciar no tan solo en las pancartas, lienzos, intervenciones y actos, si no también en el trato entre las congéneres.