
Si bien diversas encuestas pronosticaban un triunfo de la opción rechazo en el plebiscito de salida, ninguna indicaba que fuera con tanta diferencia, principalmente porque hay un sector que participó por primera vez al tratarse de voto obligatorio y del que no se sabía cómo iban a votar. Las razones para que ganara esta opción pueden ser muchas. Para Julieta Suárez-Cao, una de las razones es que es mucho más fácil articular mayorías negativas que pro positivas. “Este plebiscito era claramente entre la Constitución de Pinochet y una nueva propuesta, pero desde el rechazo lograron articular la idea de que era entre la nueva propuesta y una hipotética, que está en veremos y que sería mejor”, explica.
Durante la campaña, sectores denominados de centro izquierda y de derecha prometieron que si se rechazaba la propuesta constitucional, se comenzaría el proceso para redactar una nueva. Sobre este proceso, la politóloga cree “que será un proceso más difícil, con un resultado más cercano al status quo. Creo que el peor escenario sería quedarnos como estamos, hay que seguir empujando y las feministas sabemos sobre eso“.
Uno de los grandes avances que tenía la propuesta constitucional puesta a votación, fue la consagración de la democracia paritaria y algunas personas se han preguntado cómo esto no logró convencer a las y los votantes. Julieta Suárez-Cao señala que si bien quizás el mensaje no logró ser valorado lo suficiente para aprobar la propuesta, “hay una encuesta que dice que paridad era la medida de la propuesta que gozaba de mayor acuerdo social, alrededor de un 70% de las personas encuestadas estaban muy de acuerdo o acuerdo“.
Además, desde algunos sectores del rechazo, también se dijo que la paridad estaría asegurada en otra propuesta constitucional. “Eso hizo aun más difícil explicar que la propuesta constitucional era buena, porque se creyó que la paridad ya estaba asegurada, pero no es así. Chile no tiene paridad, tuvo paridad para elección de convencionales, pero en las demás elecciones solo hay una ley de cuotas que no asegura la incorporación de las mujeres“, explica la fundadora de la Red de Politólogas.
Nuevo proceso constituyente
Sobre la conformación del órgano que escribiría una nueva propuesta, la politóloga Julieta Suárez-Cao cree que se debería respetar lo que la ciudadanía votó en el plebiscito de entrada. “Es decir, que no sea una comisión de expertos ni el congreso quienes la redacten (…) Además, si seguimos con las mismas normas, debiera tener la paridad asegurada y también escaños reservados para pueblos indígenas, aunque probablemente no en la misma proporción”, dice.
Más allá de la redacción de una nueva propuesta, existe la preocupación de cómo enfrentar un nuevo proceso de campaña, ya que esta estuvo llena de desinformación y mentiras, lo que dificultó el debate. “Hubo lemas muy exitosos por el lado del rechazo, que no tenían sentido, como el “una que nos una”, cuando precisamente esta Convención incluyó a quienes nunca habían estado incluidos”, señala Suárez-Cao. Y también hace una autocrítica, señalando que los feminismos no supimos explicarle a las mujeres que normas como cuidados, enfoque de género y derechos sociales, tendrían impacto real sobre sus vidas.
Finalmente, sobre el posible nuevo proceso constituyente, Julieta Suárez-Cao asegura que hay que estar pendientes de que la paridad esté presente. “La paridad la tenemos que defender a como de lugar, porque eso es una condición necesaria para todo los demás. Si tuvimos una propuesta de Constitución feminista fue porque tuvimos una convención paritaria“, concluye.