Una de las garantías que trae el texto constitucional es consolidar un sistema democrático paritario. Sobre esto, la Directora Ejecutiva de la Asociación de Abogadas Feministas de Chile (ABOFEM), Danitza Pérez, señaló que “hablamos de una democracia paritaria porque buscamos ir más allá de lo que significa repartir equitativamente los cargos de decisión, sino de además generar las condiciones para que finalmente el sistema democrático represente a las mujeres y a los distintos tipos de mujeres”. Vale decir, avanzar en una igualdad sustantiva derrumbando barreras importantes que imposibiliten a las mujeres a participar en la vida pública.
Respecto a estas barreras que dificultan la participación de mujeres en la vida pública, la directora de ABOFEM mencionó las labores de cuidado, que han sido históricamente impuestas a las mujeres y que ahora se reconocen en la propuesta constitucional, “la forma en que recoge los cuidados es de una manera integral, no solamente se habla de quién tiene derecho a cuidar, sino también, quién tiene derecho a ser cuidado y del autocuidado mismo. Entonces, vamos a tener que buscar sistemas integrales para poder dar lugar a cada una de estas necesidades”. Sumado a esto, al ser un mandato constitucional se debe avanzar en estos temas y ya no queda a la voluntad del gobierno de turno.
El derecho a la vida y la educación sexual integral han sido puntos de grandes discusiones y de desinformación pues se ha tergiversado, por ejemplo, que el texto da el paso para el aborto libre y que se le va enseñar a la infancia como manejar herramientas sexuales.
Sobre el primer punto, Danitza aclaró que “el texto deja claro que la autonomía de las mujeres y la vida de las mujeres tienen valor propio. No puede estar en competición con otros valores, especialmente, cuando se pone así de amplio”. En relación a esto, hizo énfasis también en que en ningún momento no se van a proteger a las mujeres gestantes, ya que incluso está reconocido en la propuesta. “Entonces, no tiene que ver con recordar que hay una mujer que está gestando y es objeto de protección, siempre considerando la autonomía en el ejercicio de este derecho”, añadió.
En el caso de la Educación Sexual Integral, Danitza Pérez dijo en el programa: “Lo que busca es que las personas obtengan las herramientas para poder tomar decisiones informadas sobre su sexualidad de manera libre, autónoma y libre de prejuicios”. Para la gente preocupada por la infancia, agregó que “jamás se le va a hablar de sexualidad a niños y niñas pequeñas, porque hay criterios”.
Igualmente, la directora ejecutiva de ABOFEM destacó que la propuesta de Carta Magna especifica que la Educación Sexual Integral sea para todas las personas ya que, por ejemplo, “la sexualidad de las personas mayores y de las personas con discapacidad están absolutamente invisibilizadas, como si fueran personas asexuadas y eso no es así”. Por lo tanto, “la forma que describe la educación sexual es súper integral porque acoge a todas las personas como un derecho de ellas en particular y en todas sus dimensiones”, concluyó.
Al referirse al derecho a la vida libre de violencia, Danitza apuntó que esta garantía hace un especial reconocimiento a los grupos que son más susceptibles de ser víctimas de violencia, como es el caso de las disidencias. Para la abogada, esto es importante porque “implica que a la hora de realizar políticas públicas, planes y programas para combatir la violencia voy a tener ojo en cómo afectamos en particular a esos grupos”.
Además, el derecho a la vida libre de violencia no solo realiza un reconocimiento a estos grupos vulnerables, sino también habla de la reparación, investigación, sanción y que los sistemas del país, tal como el jurídico, deban tener formación en género.
A tan solo dos semanas del plebiscito de salida, la encuesta Nacional de Opinión de Mujeres sobre el Proceso Constituyente en Chile, realizada por Corporación Humanas, Nada sin Nosotras, el Centro de Estudios de la Mujer y el Observatorio de Género y Equidad, indicó que aún existe un 32% de mujeres que no tiene su opción clara. Respecto a esto, la Directora de ABOFEM, le recordó a las auditoras que esta propuesta “es la base de lo que las mujeres hemos empujado históricamente”, y que además, “consagra los derechos de las mujeres y lo realiza de una manera integral en los distintos ámbitos de la vida, lo que podría mejorar sustancialmente la condición de las mujeres en Chile”.
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