Ale Fernández prefiere hablar de desinformación más que fake news. «Son palabras que hablan del mismo fenómeno, pero fake news, habla de noticia falsa y una noticia, por definición, no debería ser mentira», aclaró. Entonces, al hablar de desinformación, se refiere a información falsa que tiene una intencionalidad, creada deliberadamente para herir o dañar la reputación de una idea, un grupo, una persona, un país, etc. Pero también está la «misinformación», que es información falsa que no necesariamente tiene la intención de infringir un daño.
¿Por qué se da este fenómeno de desinformación? La experta en fact checking nos explica que la desinformación, las mentiras, han estado entre nosotros desde siempre, pero «con el internet se potencia porque tenemos muchos espacios de interconexión entre las personas, online y offline». Y no solo tiene que ver con los algoritmos de las redes sociales, sino también que apelan a las emociones de las personas.
«Los estudios dicen que lo que genera emociones más fuertes, como la rabia, tiene un 50% más de probabilidades de ser compartido porque tu quieres alertar a los otros y manifestar tu descontento«, explicó la periodista. Así, cuando nos enfrentamos a contenido que nos generan emociones fuertes, podríamos estar frente a información falsa.
Para Ale Fernández, el saber verificar información y no caer en fake news, debería ser parte de la educación cívica. «Como ciudadanos y ciudadanas estamos interactuando en un nuevo espacio y tenemos que saber identificar cuándo nos están mintiendo», desarrolla. Y agrega: «Por esto también es fundamental para la democracia el periodismo plural, para que la gente pueda informarse de distintas fuentes con datos verídicos«.
Hay cuatro actores clave para combatir la desinformación: los medios de comunicación, que deben adaptarse a las nuevas tecnologías y narrativas; la ciudadanía; las y los fact checkers; y por último la investigación académica localizada, para ver cómo este fenómeno afecta nuestro país.
En cuanto a la ciudadanía, la periodista nos entregó algunos consejos para ser más activos en el combate de la desinformación.
- Primero, hay que sospechar de todas las noticias que te generen emociones fuertes, como la rabia o la tristeza, ya que en general la desinformación tiene un alto componente emotivo. Antes de compartirlo, verifica.
- No hay que quedarse solo con el titular, hay que leer el texto o ver el video completo para no perderse el contexto de la información. Además, hay que fijarse en la ortografía y redacción, ya que usualmente hay errores si fue escrito a la rápida o con mala intención.
- Revisar la fuente de la información. Si es una cuenta de red social, fijarse en el nombre, la foto de perfil y la fecha de creación. Si se comparte información de otra fuente, visitar los sitios oficiales de esas instituciones o medios.
- Buscar la misma información en otras fuentes. Si es verdad, puede que esté en sitios más confiables. Si es mentira, tal vez alguien ya lo desmintió.
- Finalmente, también hay que sospechar de los contenidos que han sido compartidos muchas veces o son virales.
La editora de factcheckingcl dice que uno de los factores que influyen en la cantidad de desinformación en torno al proceso constituyente es el ambiente de incertidumbre general, por ser un proceso político desconocido, y la desconfianza en las instituciones.
«Todos los años han caído instituciones que antes creíamos confiables y por eso volvemos a confiar solo en lo que nos dicen nuestros grupos cercanos (…) Los plebiscitos siempre traen incertidumbre, sobre todo en el contexto de los últimos cuatro años entre estallido social, otras elecciones y la pandemia«, expuso Ale Fernández. Además, la periodista señala que al tener 154 constituyentes, más distintos equipos de trabajo, la información sobre el proceso llegaba desde muchas fuentes y se hacía más difícil confirmarla.
Es sabido que la Convención Constitucional tuvo uno de los procesos deliberativos más participativos de la historia de nuestro país, con mucho diálogo para llegar a consensos. «No estábamos acostumbrados a eso y ese diálogo se podía sacar de contexto», menciona Ale Fernández. Pero ya concluyó el trabajo de la Convención y la periodista señala que «hay que informarse del texto de la propuesta porque esa es la fuente oficial«.
Puedes escuchar el capítulo completo aquí.