La convocatoria al plebiscito nacional en octubre del 2020 para decidir sobre la elaboración de una Nueva Constitución es uno de los hitos más importantes de nuestra historia republicana. Él nos obliga a ampliar la mirada desde el presente hacia el pasado para analizar, recuperar experiencias y anticipar escenarios futuros sobre la sociedad en la que queremos vivir de mejor manera. No es posible mantener la misma distribución del poder y concentración de las oportunidades en una sociedad que experimenta transformaciones culturales tan importantes que se expresan en la afirmación de la autonomía personal y colectiva, en la oposición a distintas formas de desigualdad, en la mayor conciencia de derecho y en el malestar de la mayoría de la ciudadanía frente al autoritarismo, al aislamiento y al menosprecio que permean en muchas ocasiones las relaciones sociales con quienes son diferentes.