La plataforma Nada Sin Nosotras, en conjunto con Corporación Humanas y el Observatorio de Género y Equidad, realizaron la actividad Diálogos Constituyentes: “Igualdad de Género y Derechos de las Mujeres”, en la cual participaron las precandidatas a la Convención Constitucional, Alejandra Sepúlveda, Directora Ejecutiva de Comunidad Mujer; Hortencia Hidalgo, integrante del Centro de Comunicación e Investigación Indígena Chasquinayrampi y Bárbara Sepúlveda, directora de ABOFEM. También participó Carolina Carrera, encargada de estudios de la Corporación como moderadora.
Este es un proceso histórico que tendrá un momento clave el próximo 11 de enero, cuando se defina que candidatas y candidatos quedaran en la papeleta para la elección de constituyentes en el mes de abril. De ahí, la importancia que reviste conocer las propuestas de las precandidatas feministas a la Convención y cuáles deberían ser los principales énfasis constitucionales para avanzar en una carta que nos rija de manera participativa, inclusiva y con enfoque de género.
Familia en la nueva Constitución
Uno de los temas fundamentales que hoy mantiene la actual Constitución es que la familia es el núcleo central de la sociedad, de ahí la relevancia de preguntarse sobre el rol que deberían tener las familias en la nueva constitución.
“Es importante reconocer toda la diversidad y tipos de familia que existen en nuestro país y que no necesariamente son el modelo de familia tradicional que ha persistido como el más visible en nuestra sociedad”, subraya Alejandra Sepúlveda, directora ejecutiva de Comunidad Mujer.
Sobre el mismo tema, Bárbara Sepúlveda, directora ejecutiva de ABOFEM, propone que el núcleo fundamental de la sociedad sea la comunidad. “Eso ha sido demostrado no sólo en el sentido de familias ampliadas, sino que incluso en personas que no estarían componiendo familias propiamente tales como lo entiende la legislación actual y que, si son parte de algo más grande que tiene que ver con una articulación a través de lazos creados que deben ser apreciados, especialmente, lo que hemos visto en el contexto de la pandemia”. Agrega, que haría una consagración explicita de la diversidad de familias.
Tenemos que poner el enfoque en las distintas cosmovisiones. Hortencia Hidalgo, feminista aymara, argumenta que “la comunidad es la primera familia que una tiene pensada desde los pueblos indígenas (…) el colectivo es lo importante, también pondría énfasis en terminar con una sola mirada de la familia hombre-mujer e incorporar la diversidad de familias que hoy día persisten en nuestra sociedad”.
Igualdad de género y nueva Constitución
Existe el consenso en diferentes convergencias sociales y políticas que, para avanzar en materia de igualdad de género, no basta con que aquella tenga expresión formal en la Constitución y en las leyes. Consultamos a las precandidatas constituyentes como plantearían la igualdad de género efectiva y no discriminación hacia las mujeres en esta nueva Constitución.
Bárbara Sepúlveda, precisa que la igualdad ante la ley que está reconocida en la Constitución del ’80 es una igualdad formal. “Necesitamos una igualdad sustantiva, que es una articulación coherente dentro de la Constitución en torno a principios, a modificaciones para incorporar otros derechos como la diversidad de identidades (…) pueblos originarios, personas en situación de discapacidad, diversidad y disidencias sexuales; niñas, niños y adolescentes, adultas mayores”.
“Lo que debiera ser un principio fundamental en la nueva Constitución es la plurinacionalidad, porque ahí comenzamos reconociendo la diversidad que viven las diferentes naciones que habitan nuestro país”, propone Hortencia Hidalgo.
Alejandra Sepúlveda, plantea, que tenemos que avanzar hacia una igualdad real. “La nueva Constitución nos abre un camino importante para avanzar en una democracia paritaria, que consagre la igualdad sustantiva, que mandate al Estado a realizar todas las acciones necesarias (…) para cerrar todas las brechas de discriminaciones de género que tenemos en nuestro país”. También cree en la distribución del poder de manera equilibrada y paritaria.
¿Estado unitario o plurinacional?
En Chile existen pueblos indígenas preexistentes antes de la creación del Estado chileno. “La plurinacionalidad se define como un reconocimiento a la diversidad de naciones existentes en un país y es lo que somos (…). La plurinacionalidad no sólo se reconoce, se tiene que volver derecho (…) se tiene que avanzar en las autonomías indígenas”, Hortencia Hidalgo, integrante del Centro de Comunicación e Investigación Indígena Chasquinayrampi.
“Es posible tener un Estado unitario y plurinacional, pero además descentralizado. El reconocimiento de las autonomías me parece clave (…), pero no se comprende bien el concepto. La libre determinación de los pueblos es un derecho humano”, subraya la abogada feminista.
Desde el movimiento Independientes No Neutrales se encuentran apoyando el Estado unitario y plurinacional, comenta Alejandra Sepúlveda. Sostiene que la autonomía de los pueblos originarios también es prosperidad.
Derecho al aborto
En la última encuesta de la Corporación Humanas casi un 70% de las mujeres encuestadas esta de acuerdo o muy de acuerdo en incorporar al debate constitucional el derecho al aborto. Respecto de este tema, la directora ejecutiva de Comunidad Mujer, señala que “la Constitución debe consagrar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, el derecho al cuidado sanitario y la posibilidad de que la política pública garantice la salud sexual y reproductiva equitativa”.
“Es una materia fundamental para los derechos de las mujeres. Nosotras debiéramos avanzar como sociedad hacia el aborto legal y seguro que es la demanda evidente cuando estamos hablando de libertades y autonomías”, puntualiza la directora ejecutiva de ABOFEM. Además, dice, que la definición de los derechos sexuales y reproductivos abarca muchísimas más cosas que el aborto, pero “el aborto es un asunto de reconocimiento de mujeres en calidad de personas. No puede existir la criminalización de aborto”.
La feminista aymara indicó que la demanda por el aborto libre, seguro y gratuito siempre ha sido el objetivo. “Sabemos que es un tema complejo y lo ha sido también en debates constitucionales en otros países (…), las feministas convencionales tendremos que llevarlo a la mesa y discutir sobre ese derecho”.
Crisis de los cuidados
Por décadas las economistas feministas han empujado a los Estados a reconocer el trabajo reproductivo como trabajo y por ende en las cuentas nacionales, así como también el impacto que tiene para la vida de las mujeres este mandato socio cultural.
A ello sumamos, que la pandemia devela con fuerza la crisis de los cuidados y el impacto que aquello tiene calidad de vida de las mujeres, partiendo por un retroceso importante en participación laboral, la autonomía económica de las mujeres, entre otros. Consultadas en cómo consignarse el cuidado desde una perspectiva feminista en la Nueva Constitución, la abogada Bárbara Sepúlveda, indica que esto es otro de los temas claves en el debate constitucional.
“Los cuidados no solamente pensados como la labor que se ejerce dentro de las familias o el trabajo reproductivo, los cuidados como un deber del Estado. La corresponsabilidad en las tareas de cuidado no sólo debe estar pensada para las familias (…) se debe establecer la corresponsabilidad social del cuidado, es decir, que el Estado genere un sistema nacional de cuidados, que tenga un enfoque comunitario y social”.
La pandemia nos muestra la precarización en el que viven las mujeres y sostiene que la nueva Constitución debería garantizar el trabajo reproductivo sea un trabajo remunerado, señala la integrante del Centro de Comunicación e Investigación Indígena Chasquinayrampi.
A su vez, la directora ejecutiva de Comunidad Mujer, puntualiza, que el trabajo doméstico no remunerado representa el 22% del PIB ampliado, es la actividad productiva y económica más importante del país. “Este es uno de los cambios señeros que podemos hacer en una nueva Constitución y que tiene la facultad de cambiar bastante la vida cotidiana de las mujeres en nuestro país”.
En la actividad Diálogos Constituyentes: Igualdad de Género y Derechos de las Mujeres”, las precandidatas constituyentes también pasaron a la calidad de la política y como se podría cambiar desde la Constitución, así como también sus propuestas y los desafíos que nos trae el proceso constitucional.
Revisa el diálogo con las precandidatas constituyentes aquí.